ha desaparecido el humo.
Cuando vuelvo a la cafetería de mis desayunos el primer día del año, siempre tengo la misma duda ¿habrá subido el café?
Este año no ha subido ¡genial! es más, he tenido una sorpresa adicional: ¡no se puede fumar!
El dueño del local ha tomado la decisión de convertirlo en un espacio sin humo, sin que la ley se lo obligue. ¿Será que no tiene miedo al discurso de los hosteleros que dicen que si se impide fumar se quedarán sin trabajo?
Confío que la ley se apruebe pronto y que los profetas del desastre económico propiciado por los bares desiertos, se esfumen como el humo. ¡Seremos libres de no fumar! Mi ropa no apestará, mi garganta no se irritará y mis ojos llorarán sólo de risa.
1 comentario:
El taxi en Barcelona, tampoco ha subido. Aunque yo sigo yendo a pie a todas partes ;)
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