4 de noviembre de 2008

Cara o cruz

Sí o no. Blanco o negro. Bien o mal. Bueno o malo ... 0 o 1, pensamiento binario. ¿Qué nos ha llevado a esta simplificación ficticia? ¿El estado de bienestar? ¿La velocidad que palpita en nuestras muñecas? ¿La ausencia de problemas importantes?
El ejemplo más evidente de pensamiento binario es el bipartidismo. ¡Qué bonita democracia basada en un bipartidismo legitimado por la publicidad! ¿Qué existe si no sale en la televisión?
Por fin es día 4 de noviembre de 2008, día que pone fin a la nefasta, lamentable y repugnante era Bush y día que acaba el circo Obama-McCain.
En un país tan grande como EE. UU. ¿sólo tienen cabida dos partidos políticos? ¿Unos 150 millones de personas son capaces de dividirse entre dos únicas personas: Obama o McCain? ¿Me debe sorprender que Obama pagara no sé cuantos millones de dolares por tener 30 minutos en todas las televisiones en horario de máxima audiencia? ¿Quién puede conocer lo que no sale en la televisión?
¿Por qué imitamos en España esta simplificación del sistema democrático?
¿Por qué no hay tiempo para la diversidad? ¿Por qué no hay espacio para la pluralidad? ¿Somos nosotros los que hemos decidido pensar en binario? o ¿somos nosotros los que hemos decido que nos piensen en binario y nos dejamos encender o apagar a golpe de clic?

3 comentarios:

jauhow dijo...

Completamente de acuerdo. Los grises se están perdiendo. Y lo peor es que en esta dualidad política ni siquiera hay posiciones antagónicas. No elegimos entre izquierdas y derechas (si es que estas palabras tienen aún algún significado). Es más bien una elección entre centro-derechas y derechas. Así que peor aún. Lo sencillo no es lo mismo que lo simple. Y ni siquiera lo simple tiene que ver con el maniqueismo que campa a sus anchas en nuestro día a día.

Mar-ia dijo...

¿Y qué hacemos? ¿debemos hacer algo o no queremos hacer nada? ¿Esto es así por la gracia de dios?

Anónimo dijo...

Es cierto que debemos hacer algo, yo desde mi individualidad sólo lo puedo hacer frente a las urnas, no uniéndome a ese bipartidismo politico, porque en la variedad esta el gusto. Pero pienso que no es suficiente, que es una mayoría la que consigue hacer estos cambios. La minoría intenta mantenerse pero ¿hasta cuando? Ya hay gente que vota el menos malo aunque no refleje sus opiniones.

Llegaremos a un punto donde no haya elección.