Impresionante la capacidad del pueblo Egipto para hacerse oír. Durante días no han dejado que los ánimos se mermasen, es más los han alimentado con la unión del pueblo. Es un ejemplo claro de que las cosas se pueden cambiar.
No tengo claro que el pueblo español durase su reclamo ni la mitad de lo que ha durado en Egipto. Habría que buscar un fin común de todos los españoles.
No tengo claro que sea cuestión de encontrar un fin común. En España hay un montón de cosas en común, incluso quitando el fútbol y la religión. Pero no sólo hace falta tener un deseo o inquietud común, hace falta tener ganas de trabajar por ello. En los países capitalistas hay demasiados deseos comunes, pero poca conciencia de colectividad. El estado de (falso) bienestar aletarga la crítica colectiva, que se reduce, en el mejor de los casos, a salvar el mundo en los bares ...
Lo que quería decir, es que (por ejemplo) tenemos el fin común de salir de la crisis, no todos pensamos de la misma manera, y muchos son de la idea "ya cambiará" o "bueno esto es lo que hay"... El fin común no se encuentra, porque los ombligos están muy cerca.
No hay nada que haga que la multitud le hierba la sangre para estar días en la lucha. Excepto la copa del Rey, un Barça-Madrid y volvemos al opio del pueblo...
3 comentarios:
Impresionante la capacidad del pueblo Egipto para hacerse oír. Durante días no han dejado que los ánimos se mermasen, es más los han alimentado con la unión del pueblo. Es un ejemplo claro de que las cosas se pueden cambiar.
No tengo claro que el pueblo español durase su reclamo ni la mitad de lo que ha durado en Egipto. Habría que buscar un fin común de todos los españoles.
No tengo claro que sea cuestión de encontrar un fin común. En España hay un montón de cosas en común, incluso quitando el fútbol y la religión. Pero no sólo hace falta tener un deseo o inquietud común, hace falta tener ganas de trabajar por ello. En los países capitalistas hay demasiados deseos comunes, pero poca conciencia de colectividad. El estado de (falso) bienestar aletarga la crítica colectiva, que se reduce, en el mejor de los casos, a salvar el mundo en los bares ...
Lo que quería decir, es que (por ejemplo) tenemos el fin común de salir de la crisis, no todos pensamos de la misma manera, y muchos son de la idea "ya cambiará" o "bueno esto es lo que hay"... El fin común no se encuentra, porque los ombligos están muy cerca.
No hay nada que haga que la multitud le hierba la sangre para estar días en la lucha. Excepto la copa del Rey, un Barça-Madrid y volvemos al opio del pueblo...
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