11 de enero de 2012

Señor Rajoy, yo no soy tonta

Disculpe usted que le diga que sus declaraciones de ayer me parecieron un insulto. Quiero pensar que usted no pretendía insultarme y fue simplemente que tuvo un mal día y por eso se explicó tan mal. Yo quizá también fui demasiado exigente con sus declaraciones, pero es que esperaba con ansiedad sus explicaciones (debido a su demora en ellas) sobre la subida de impuestos, ya que negó esta medida hasta el minuto antes de ser investido presidente del gobierno.
Entienda que sus excusas son preocupantes, porque ¿cómo desconoce el déficit de las comunidades en las que gobierna su partido? Y por otro lado, si vendrán más "ajustes" ¿por qué los anuncia para finales de marzo? Si estamos de urgencia, ¿por qué no deja las cosas claras ya? Resulta demasiado sospechoso, ¿no cree? que espere a después de las elecciones andaluzas para darnos un nuevo susto. Si lo hace por nosotros, para que no nos llevemos un disgusto enorme, mi opinión es que esta espera crea demasiado miedo e inseguridad. Así que díganos sus recetas todas de una vez. Así tenemos tiempo para hacernos a la idea. No nos trate de tontos, somos conscientes de nuestra situación y tenemos nuestra opinión sobre las medidas que se deben tomar. Por ello le digo que subir los impuestos es buena idea, pero no de la forma que lo ha hecho su gobierno. Con su reforma fiscal volvemos a pagar los de siempre, debe ser que como desde la izquierda siempre se ha pedido una subida de impuestos, ¡pues nos ha concedido el deseo! Y claro como los ricos no han pedido subida de impuestos pues no se los sube. En el fondo se va a creer usted mismo aquello de que iba a gobernar para hacernos felices. ¡Despierte señor Rajoy: no puede hacernos felices a todos! Así que diganos alto y claro lo que nos tiene preparado.

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