4 de enero de 2009

Entre celebraciones

y demás derroches, ha empezado un año (dicen) nuevo. Y el mundo da una pena, aunque apenas nos apene en este, nuestro mundo de Navidad y buenos propósitos ...

Me resulta tan extraño este mundo (y mira que ya llevo mis años en él ...). ¿No os resultan raras nuestras celebraciones? No soporto los días de porque coartan mi libertad.
Y lo que ya me supera hasta el cabreo son los días de con valor bélico, me explico con un ejemplo: 2 de enero, fiesta en Granada por la toma de la ciudad por los Reyes Católicos. ¿Qué sentido tiene que se celebre este día, además en una ciudad que le debe tanto a la cultura árabe y en la que cada día viven más musulmanes?
¿Se mantienen estos días en el nombre de la Historia? La Historia la dejamos escrita en los libros imponiendo y aboliendo días de, pero perpetuar este tipo de celebraciones que ofende a un gran colectivo y que representan la imposición de un pueblo sobre otro, me parece de un mal gusto insultante (por no usar palabras más ofensivas para la primera entrada del año).
¿Por qué se mezcla la Historia con la amnesia? ¿la costumbre con lo legítimo?
¿Instauramos como fiesta mundial el día que Bush decidió invadir Irak?
¿Celebramos el próximo año que Israel ha decidido regalarnos este inicio de año con una nueva masacre sobre el pueblo palestino? ...

Me pido para los Reyes Magos coherencia humana, al menos en lo que se refiere a la palabra muerte.

2 comentarios:

jauhow dijo...

Hisoria con amnesia es peor que Baileys con Cocacola. Celebramos lo que celebramos en nombre de cosas tan absurdas como la tradición, el honor o el sometimiento. Pero como es fiesta, pues ya nos va bien.

Mar-ia dijo...

Claro, supongo que esa es la clave: Fiesta. ¡Qué triste! Me gustaría saber qué pensarán de nosotros cuando pasen los siglos y reflexionen sobre nosotros ...