7 de febrero de 2012

Nuestro arzobispo ha vuelto a abrir su boquita

Esta vez nos da lecciones de economía para salir de la crisis. Así defiende que querer ser funcionario es una enfermedad social.

Este hombre se supera día a día, es tan elocuente en sus argumentos ...
Es ofensivo que pueda hacer un discurso contra las subvenciones, sin pedir a gritos la derogación inmediata de los concordatos del 79, entre el Estado y la Santa Sede.

¡Cristianos de bien, decidle a este hombre aquello de que no, que no, que no nos representas!

2 comentarios:

Pily dijo...

Cuando he leído la noticia me ha dejado con la boca abierta. Que se dedique a su adoctrinamiento y que le deje la economía y el trabajo a quienes tienen que hacerlo. Ya que según pone en esa noticia la deuda de su Diócesis ha pasado de 1,2 a 28 millones de euros.

En el fondo el es funcionario, ¿no? No lo van a echar a no ser que él se vaya, o como mucho lo cambiarán de puesto dentro de su diocesis.


¡Qué asco me da!

Mar-ia dijo...

Hoy Ignacio Escolar nos habla de la coherencia episcopal-liberal ...