Fábrica de bombillas defectuosas
que lucen treinta de cien producidas
de las cuales diez brillan presuntuosas
y veinte buscan faro aburridas
Los obreros culpan al filamento,
al vidrio, al metal y al sistema
sin crítica constructiva al momento
hipótesis vacías del teorema
La patronal propuso cambios un día
casi sin inversión de capital
Estamos inmersos en monotonía
de aceras opacas (luz infernal)
y pegados a la ocre melancolía
de un recuerdo reflejo en el cristal
5 comentarios:
El tema de la universidad me preocupa tanto que no me bastó con preguntar qué es y me provocó un soneto en mi cabeza (tremendo dolor).
Se me olvidó, aquí lo importante no es el medio empleado para volver a hablar de la universidad, aquí lo importante (para mi) es hablar de universidad (otra vez) (¡qué pesada!).
Claro que si a alguien le importa el medio no voy a ser yo quien no quiera hablar de poesía ...
(¿Os habéis dado cuenta como subo el índice de participación en esta tertulia y el número de comentarios a las entradas?
Quizá la universidad no sea una fábrica de bombillas, quizá sólo sea una fábrica de palabras enlatadas en bocas inmunes que eructan hastío pasivo.
Quizá la universidad sólo sea una sala de espera, que embalsama al futuro trabajador pasivo y anestesia al profesor mientras se cree dios y el mundo gira apesar de él, de ellos, de los ruidos secos, de golpes inútiles en esa fábrica vieja que olvidó lo que fabricaba y sólo mantiene la fachada caduca y los trabajadores desfasados, mientras los productos se agrupan inservibles en las estanterías metálicas, esperando que llegue la hora de que los recoja el camión de reciclaje ...
Seguramente sea eso, entonces ... ssss, silencio allí se espera sin ilusión y con mucha compañía.
Sin metáforas (o con otras metáforas).
Publicar un comentario