10 de febrero de 2009

La vida: eterno debate

La eutanasia es uno de esos eternos debates que azota a las sociedades de influencia divina: dios nos hizo vivos, dios nos hizo muertos en vida y no somos nadie para decidir sobre nuestra vida.

En Italia (con sus quiste vatical) la muerte de Eluana enloquece a Berlusconi.

¿Qué es vida? ¿Qué es muerte? ¿Qué significa derecho a la vida o a la muerte? ¿Por qué no estamos preparados para debatir sobre este tema?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema es el de siempre, también ocurre con el debate sobre el aborto, que la moral se impone a la decisión del individuo, incluso a la resolución judicial y legislativa.

Sí que estamos preparados para debatir, lo que no estamos preparados es a aceptar que nuestro modo de ver la vida no debe imponerse al de los demás, argumentando leyes divinas y preceptos morales a los que la colectividad no está obligada a someterse.

Yo no sé si hubiera tomado la misma decisión que el padre de Eluana, no me he visto en su situación, pero no le juzgo por lo que ha hecho. Esta familia ha puesto el caso en manos de la ley (la humana) y ésta ha decidido que Eluana puede morir en paz. Lo que opine la ley divina poco importa e, insisto, que esa ley solo debe resolver los conflictos morales de los que la profesan.
El Estado no es religión, y la religión no debe hacer Estado.

jauhow dijo...

Yo soy totalmente incompetente en este tema. Sólo un apunte: curioso que el debate sobre la vida sea eterno. ¿La eternidad es vital?

TALEGAS dijo...

Vida es algo. Muerte es nada. Que cada uno elija lo que le parezca, pero renunciar a la primera voluntariamente es un ejercicio de responsabilidad brutal e irreversible. Y hacerlo indirectamente es jugar con fuego.

No estoy de acuerdo con Esther en que el trasfondo de este asunto es religioso. La religión es sólo un escudo donde se amparan algunos para ocultar el miedo a asumir esas responsabilidades.

De todos modos opino como ella que juzgar a quien toma estas decisiones es siempre ventajista y está fuera de lugar.

Mar-ia dijo...

Esther: La moral se impone a la decisión del invididuo. No sé si usar la palabra imposición es bueno o malo, digamos que le noto un matiz negativo y la verdad es que la moral no creo que deba ser mala, todo lo contrario todos pensamos que tenemos una moral buenísima que dicta nuestros actos, (prefiero dictar a imponer).
Jauhow: ¡qué ilusión que te fijes en mi elección de palabras! Para mi la eternidad tiene que ser vital, de lo contrario tiene un problema de definición.
Talegas: Vida es algo. Muerte es nada, creo que es demasiado vago, creo que tú puedes definir mejor. O quizá simplemente uno decide si se siente vivo o muerto, ¿no?.


Yo sí estoy de acuerdo con Esther en que el transfondo del asunto sea religioso, la decisión sobre la muerte para los creyentes es una cuestión divina y eso repercute en su decisión sobre el bien o el mal que supone la eutanasia.
La religión es sólo un escudo donde se amparan algunos para ocultar el miedo a asumir esas responsabilidades. Me parece demasiado simple esta frase, yo sinceramente no creo en dios por miedo a tener que legitimar las leyes divinas que no entiendo, así que así visto lo mismo me escudo en el ateismo por miedo a asumir mi responsabilidad divina. Quiero decir que tengo miedo a aceptar la leyes divinas.
Creo que como dice Esther, sería bueno que aprendiésemos a poder hablar y contarnos nuestras morales sin que la divina parezca ser más importante que la no divina y una vez oídas todas las partes hacer leyes que permita las libertad de todos: Eres libre de querer morir dignamente y eres libre de querer quedarte viviendo como un vegetal.

Anónimo dijo...

Bien, cuando me refería a "moral" me refería a la "religiosa" y en ese sentido sí que creo que se "impone" al individuo, al menos a aquellos que siguen sus preceptos.

Sigo pensando que detrás de todo este asunto hay un tufillo religioso que pretende hacernos creer que "solo Dios nos da la vida y solo Dios nos la quita".

Creo que todos deberíamos escribir nuestro testamento vital, dejando claro cómo nos gustaría morir, llegado el caso de quedar atrapados entre la vida y la muerte. Para mi la decisión de esta familia es muy valiente, también lo es la de aquellos que estando impedidos prefieren morir...Pero yo no soy ellos, yo no sé lo que sienten y por eso no puedo obligarles a hacer lo que yo haría en un caso hipotético...Es lo mismo que el aborto, está claro que las leyes deben regularlo, pero de ahí a criminalizar a las mujeres que toman esa difícil decisión...

Opino como mar-ía, simplemente dejar la opción de decidir libremente cómo uno quiere acabar su vida. Debe ser terrible estar atrapado, para mi un estado vegetal no es una vida digna y, por tanto, cada cual que decida si quiere seguir o dejarlo estar.

Mar-ia dijo...

Esther, piensas que las personas religiosas que tienen, claro está, una moral influenciada por sus creencias, asumen una moral, si me permites la expresión, ¿menos legítima que los que profesan una moral sin influencias religosas?
¿Por qué esa moral es impuesta y una sin influencias religiosas no lo es?

TALEGAS dijo...

Esther, un testamento vital es algo que escribes en la comodidad de tú sofá, y en él es difícil saber qué vas a sentir en una situación de vida o muerte. Además decías que no querías juzgar y en tu segundo comentario ya has juzgado ("la decisión de esta familia es muy valiente"), aunque nadie está libre de hacer tales juicios, es cierto.

Y efectivamente mar-ia, la religión es simplemente un modo de ética (si la preferís a moral, salvando las distancias que no sé cuáles son exactamente) asistida, al igual que casi todas las ideologías. Me encanta esta vez tu discurso, aunque frases como
"Eres libre de querer morir dignamente y eres libre de querer quedarte viviendo como un vegetal"
muestran claramente tu juicio. Ya sé que soy simplista, pero si no podemos convertir esto en el rosario de la Aurora, como dos que yo me sé.

Anónimo dijo...

La moral religiosa es igualmente legítima que cualquier otra, pero, para mi, pierde su legitimidad cuando se intenta imponer a las otra formas de pensar o entender la vida

¿ Te parece que lo que ha intentado el gobierno Italiano, en clara connivencia con El Vaticano, no es imponer su forma de ver la vida, de entender la muerte? ¿Te parece que "dictan" o que "imponen"? La muerte de Eluana, y la de otros muchos, debería servir para abrir un debate en torno al derecho del individuo de decidir sobre su vida y sobre su muerte, siempre que esto no interfiera en la libertad de los otros. Lo que no me parece ni medio normal es que acusen al padre de ASESINO. ¿Alguien puede sentir en su piel lo que ha sufrido este hombre, su familia, durante estos años? ¿Alguien puede saber lo difícil que habrá sido tomar esta decisión?

Talegas, con mi afirmación no he juzgado. Simplemente he dicho que me parece valiente, pero en ningún momento he dicho que me parezca bien o mal. Simplemente eso, me parece valiente, yo no sé si yo podría haber decidido sobre la vida de otro.

En cuanto a lo del testamento vital...qué quieres que te diga. Por supuesto que lo haces cómodamente en tu sofá, pero no es algo que se improvisa. El individuo no elige, por regla general, el momento ni cómo morirá. Hay excepciones a esa regla, como hemos visto, y en esos casos somos nosotros los que debemos decidir cómo y cuándo, de la manera que mejor entendamos y siempre dentro de una regulación legislativa que contemple las libertades del individuo.

Yo no soy nadie para decir lo que los demás tienen que hacer, pero me gustaría que, llegado el caso, la sociedad, el Estado y la cúpula eclesiástica, respetaran mi manera de entender la vida y la muerte.

Mar-ia dijo...

Talegas: Cambio la frase por "Eres libre de querer morir dignamente y eres libre de querer seguir viviendo como un vegetal".

En cuanto a mi juicio, creo que estaba ya claro en la entrada. Creo que la moral es tan importante como la ley y tengo claro que cuando mi moral esté coartada por la ley trataré de declararme objetora.
Entiendo que la vida y la muerte tienen para los creyentes una connotación distinta de la mía, seguramente muy distinta y entiendo perfectamente que quieran aferrarse a lo que ellos llaman vida tanto como yo me aferro a mi definición de vida o mejor a mi definción de asesino y trato de perseguir al que a mi parecer asesina. Vida y muerte no son tan simples como estar o no estar, vida y muerte están connotados por la sociedad y por la moral individual y colectiva.

Por esta razón este tema junto con el aborto son temas complicados porque puedo entender que los creyentes (en este caso) quieran aferrarse a su definición de vida y quieran prohibir cualquier acción que, según ellos, lleve a la muerte aunque no sea la suya, sino una muerte ajena y consentida.

Esther: Creo que con argumentos como los tuyos (perdona) es difícil tratar de conciliar posturas entre morales nutridas por motivaciones tantan distintas como ser creyente o ser ateos.
Está claro que cuando uno tiene su moral la tiene porque considera que es la apropiada o si quieres tiene fe en ella, pero yo no me creo con la capacidad moral de decir que los creyentes lo hacen mal por imponerme su moral. Entiendo que ellos defiendan su moral, yo lo hago con la mía. Lo que ha pasado en Italia me parece mal, claro porque va en contra de mi moral, pero entiendo que un gobierno regido por Belusconi haga lo que ha hecho, entra dentro de su programa, de la misma forma que entiendo y en este caso me parece bien, que nuestro gobierno esté intentando reformar la ley del aborto.
Pero insisto que eso es muy diferente a pensar que cuando "gana" un argumento distinto al mío hay una imposición y cuando el vencedor es el mío ha triunfado el bien.

Anónimo dijo...

Creo que no me explico bien, debe ser eso, o que veo las cosas de una manera muy diferente a como las ves tú, Mar-ía.

La diferencia entre mi "moral", llámala así, y la "moral" religiosa, católica en este caso, es que yo apuesto por dejar libre la decisión del individuo y no le obligo a nada que no quiera hacer. Es decir, si se legisla en relación a la eutanasia o el aborto y se regula la decisión del individuo, a mi entender, se deja libertad de credo y conciencia, o lo que es lo mismo: el que quiera morir dignamente, que lo haga, y el que quiera esperar a que "Dios se lo lleve", que lo haga. Y exactamente lo mismo en relación al aborto, bodas entre personas del mismo sexo (aunque esto no es comparable con lo anterior), etc, etc.

Vamos, que el Estado, y dejemos a un lado la moral, debe legislar para TODOS y, repito, ninguna religión debe imponer (y vuelvo a repetir este término) su credo sobre la ética del Estado.

Olvídate,que yo piense que mi opción sería la muerte digna no me hace ser mejor persona que Berlusconi o Ratzinger ...Simplemente creo que la opción de "dejar elegir" es integradora y potencia la libertad del individuo. Y esto es aplicable para todo lo demás: aborto, matrimonio homosexual...y todos los temas "conflictivos" de los que la Iglesia más reaccionaria se sirve para atacar al Estado.

Piénsalo, ¿por qué se ataca la ley del matrimonio homosexual, por ejemplo? ¿Impone algo esa ley? ¿Te obliga a casarte con una persona de tu mismo sexo? La respuesta es NO. Simplemente, amplía los derechos de un segmento de la población tradicionalmente marginado. ¿Ha cambiado algo tu vida desde que los gays y lesbianas se pueden casar¿ Probablemente no, a menos de que seas homosexual.

El problema es que hay personas que intentan que su modo de ver la vida (y también la muerte) debe prevalecer sobre el de los demás. Repito, no creo que por dejar abiertas las posibilidades de elección del individuo se "obligue" a nada, simplemente es eso: respetar la libertad de conciencia.

Espero haberme explicado. Y lo dejo que tengo que coger un avión...

Mar-ia dijo...

Esther, antes que nada quede claro que tenemos una "moral" al respecto de los temas que citas parecida. La diferencia entre las dos es que yo creo entender el discurso de una moral distinta (en este caso creyente) y tú no lo tengo claro. Me explico, centrémonos en el caso de eutanasia o aborto (homosexualidad es muy distinto y habría que empezar un nuevo debate). Como decía en mis comentarios el tema no es sólo sobre libertad o prohibición de que cada uno haga lo que quiera, para un no creyente puede parecer así, el problema le surge al creyente porque concibe la vida de una forma distinta. Para el creyente la eutanasia y el aborto son asesinatos y por ello tratan por todos sus medios de convencer de que eso es un mal, tú puedes pensar que eso es cortar la libertad de la madre que aborta o del familiar que decide que se practique la eutanasia sobre el ser querido, pero el creyente ve en esas personas un asesino.
Suponte que en España hubiese un grupo de gente que reivindicara la idea de instaurar la pena de muerte, ¿qué harías?¿Tratarías de "imponer" tu moral?
Repito yo no comparto la idea de que eutanasia o aborto implique asesinatos, pero entiendo que la muerte, la vida, el bien y el mal no son cuestiones fáciles de definir y en cualquier caso creo que son muy subjetivas.
Entonces, cualquier moral que se sustente en una fe por hacer el bien creo que deben tratar de "imponerse" en una sociedad democrática con el diálogo y la legalidad del respaldo del congreso de los diputados. Si tengo la desgracia de vivir en un país en el que el parlamento mayoritariamente tiene una moral distinta a la mía tengo que entender qu esa moral dictará las leyes que me rigen y no puedo verlo como una imposición sino como una consecuencia de las reglas democráticas.

Insisto en este tema, porque creo que es sólo un ejemplo de lo que creo que pasa en nuestra sociedad, nos cegamos pensando que nosotros defendemos el bien y no somos capaces de intentar entender qué lleva al otro a pensar justo lo contrario. (Conste que yo soy la primera que me ciego).