8 de diciembre de 2008

¿Igualdad?

Sólo hay dos modos de explicar que nueve de cada diez directores sean hombres. La primera es que se trata de una cuestión de falta de talento: las mujeres tenemos un gen que nos impide ser creativas. Como esa es una idea absurda, me quedo con la segunda teoría, que pasa por visibilizar las barreras invisibles.

Los productores y los grandes directivos de las cadenas son hombres. Ninguno de ellos admitiría conscientemente estar discriminando a las mujeres pero la barrera patriarcal existe. También está el factor educativo. Las mujeres que van a las escuelas de cine no quieren ser directoras, los hombres sí. ¿Por qué? Las mujeres ven difícil dar el perfil de un director: capacidad de liderazgo, profesión exigente que impide compaginar vida laboral y doméstica, etc.

[...] Si las mujeres no crean sus propias ficciones no es posible la igualdad.

Inés París, directora de cine y guionista.
(Declaraciones extraidas de una entrevista en Público a las directoras Inés París e Icíar Bollaín).

Debo reconocer que en su momento no me gustó que se creara el Ministerio de Igualdad, porque creo que la igualdad es algo tan importante que debiera tratarse en todos los ministerios, todos los días del año. Dejando de un lado, el revuelo que causó este ministerio (y su ministra) me resulta curioso el comportamiento de los hombres que se ven "amenazados" por las leyes de igualdad. De entre todos los comentarios que he escuchado me quedo con uno (de un hombre), que ante una posible ley de discriminación positiva en su entorno de trabajo dijo: "bueno ... en ese caso ... pensaría en hacerme un cambio de sexo ...". Comentarios de este tipo, supongo que no sorprenden, como tampoco otros con mucho más fundamento (lo digo sin ironía): "se debería elegir al mejor sin distinción entre si es hombre o mujer".
Supongo que esta falta de sorpresa, es decir, esta "normalidad" al escuchar estos argumentos contra las leyes de igualdad son justamente las que legitiman esas leyes. Cuando escucho esos discursos me vienen a la cabeza dos preguntas:
¿Son conscientes de la desigualdad y de la discriminación que hay?
¿Piensan que se debe acabar con ello? (Si la respuesta fuese sí, les preguntaría cómo).

A veces pensamos que la sociedad española cambia sola. No es así. Inés París.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, lo del cambio de sexo tiene su humor, ¿no?

Mar-ia dijo...

Seguramente, pero hay veces que el cuerpo te pilla de una forma extraña y hay humores que te hacen sentir regular nada más ... es lo malo (lo bueno) que tenemos que los sentimientos a ratos son imprevisibles ...

Supongo que lo sano es reirse de cualquier cosa, pero soy sincera y hay cosas que no me hacen gracia ..., ¡me he pedido para los reyes ser capaz de poderme reir de cualquier cosa! (espero que no me lo traigan)(o si).

Pily dijo...

Un ejemplo de algo gracioso:

¿Quién es el hombre que menos folla del mundo?


Heisenberg ... porque cuando encuentra el momento no encuentra la posición y cuando encuentra la
posición no encuentra el momento.