Tendría serios problemas si Carme Chacón fuese la candidata del PSOE para la próximas elecciones generales.
Mi voto no elige a una persona, sino a una ideología. Cuando deposito mi papeleta en la urna entiendo que estoy eligiendo a la agrupación política que pienso mejor va a representar mi ideología en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, si Chacón fuese la candidata del PSOE me podría surgir la duda, porque pienso que esta mujer podría ser una muy buena presidenta del gobierno. Pero ... ¿puede una persona cambiar una ideología (la suya ¡o la mía!)? En estas próximas elecciones ¿seguirá vigente el discurso del voto útil? Si la respuesta es sí ¿eso significa que la gente de izquierdas seguirá votando al PSOE por miedo a que gane el PP?
La izquierda lo tiene muy difícil, me pregunto cuántos creativos publicistas harán falta para combatir el desánimo que impera entre los votantes de izquierdas. Y digo creativos publicistas porque vivimos en la era del mercado, todo se compra o se vende, en este caso la moneda se llama voto y el producto gobierno. ¿Resurgirá la izquierda de entre los escombros de la crisis y la crispación política?
No hay comentarios:
Publicar un comentario