Hace unos días un lector de Tertuliamos me ayudó a puntualizar la entrada Después de 15 días sin humos añadiendo el paréntesis (de tabaco) que ahora aparece en la misma.
En la rutina de la prisa y el despertador que nos grita por la mañana, hemos incorporado el coche como la ducha en nuestras vidas. El progreso parece medirse con el número de vehículos de los que dispone una familia. Somos desarrollados entonces contaminamos más, esta es nuestra máxima. Así, para la concejala de Medio Ambiente de Madrid (la señora Botella) la contaminación excesiva de esta ciudad no es nociva.
Por las mañanas cuando mi medio de transporte son los zapatos y camino a una hora punta entre atascos de coches y el humo forma parte de mi aroma matutino, miro al cielo y pienso ¡ojalá llueva y muera esta masa de mugre, al menos hasta la próxima!
Coches con una única persona dentro forman parte del paisaje de las ciudades. Coches parados en calles anchas y estrechas.
¿Hemos pensando las ciudades que queremos? ¿Podemos reestructurar los espacios? ¿Es razonable/saludable trabajar a una hora del lugar dónde se vive? ¿Es agradable necesitar el coche para ir a comprar, al cine, al teatro?
¿Está la ciudad al servicio del ciudadano o es el ciudadano el que está a merced de la ciudad?
4 comentarios:
Pues sí, los humos siguen por aquí. Los que cogemos la bici a diario, a parte de las luces, casco y otros aparatejos de seguridad, tenemos que llevar una máscara si no queremos que nuestros pulmones empiecen a enegrecer aunque no fumemos. A aquellos que tengan el trabajo a menos de una hora de camino, les invito a pasear, aunque sea sólo un día, quizá se den cuenta de que hasta se puede disfrutar. Yo hoy lo hice dejé mi vehículo (sin motor de combustión ni humos, eso si) y me volví andando. Un paseo encantador bajo la luz de las farolas Madrileñas. Al final uno, aunque no lo reconozca, puede acabar cogiendole el gusto al espacio dónde vive.
¡Los que paseamos las ciudades sabemos de qué nos hablas!
¿Sabes? una vez pensando en ciudades como Madrid, escribí sobre paseos gran almacén, era un invento para evitar la fatiga a la hora de caminar de los urbanitas, esos seres que parecen nacer con unas ruedas en sus pies y soltando humo por sus orejas, esos seres que sólo son capaces de andar durante horas si lo hacen en un gran centro comercial.
Esos paraisos urbanos en los que puedes ver la última película yanqui que arrasa en taquilla, mientras te comes una macrohamburguesa y después acabar la tarde jugando unos bolos o dejando tiesa a tu visa y todo sin salir de ese espacio cerrado con la misma apariencia en cualquier ciudad capitalista. ¿Cómo serían sus vidas sin esos espacios?
El Gobierno aboga por restringir el tráfico en Madrid por la "pésima" calidad del aire.
Madrid me mata.
Publicar un comentario