Excelentísimo Sr. D. José Torres Hurtado,
este año en el que se ha modificado nuestra Constitución de modo urgente para contentar a los mercados, con la buena intención de que nos salven de esta tremenda crisis del sistema capitalista, le pido, como consumidora de la ciudad de Granada, que no ilumine la ciudad con adornos navideños.
Soy consciente de que la iluminación es un nuevo gusto a los mercados, en este caso a los comercios granadinos. Las luces crean un ambiente propicio al gasto y al consumo, bajo la hipnosis de la felicidad de las fiestas navideñas.
Pero estamos en unos momentos difíciles y fue por ello que las dos grandes fuerzas políticas de nuestro país decidieron contentar a los mercados con el nuevo artículo 135 de nuestra Constitución, dejando claro que es una "prioridad absoluta" pagar la deuda, recortando si hiciese falta en servicios públicos. Es por ello que me dirijo a usted para rogarle que no gaste nuestro escaso dinero público en luces. Este año, nuestros bolsillos no están para tantos farolillos. Si lo que pretende es ayudar a los comerciantes granadinos, quizá sería más efectivo donar a cada consumidor una parte del dinero destinado a las luces para que se gasten en compras en tiendas de Granada. En mi caso, ese aguinaldo también se lo puede ahorrar.
Atentamente,
una ciudadana de Granada.
1 comentario:
Chapo. Esto si que es un gasto que se podría reducir, no los puestos de trabajo ni el sueldo de algunos, porque sin dinero no hay gasto y no importan las luces.
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