Estudiando sobre Europa me he encontrado este artículo de 1997.
¿Lo leemos juntos y tertuliamos?
El titular: Julio Anguita alerta contra el paro que generará la Europa de Maastricht
ya nos permite reconocerle a Julio Anguita su gran acierto, que muchos pensaban profético y alarmista y que hoy, lamentablemente, la realidad le da la razón. Su acierto no fue cuestión de suerte, sino que es fruto del trabajo bien hecho de estudio del Tratado de Maastricht y de exposición de sus argumentos para llegar a pensar que ese tratado no iba a construir una buena UE.
Maastricht, la imposibilidad de la moneda única, la incapacidad de Europa -y de España- para crear empleo y, por contra, el crecimiento del paro que provocará la construción europea, fueron los ejes sobre los que giró la intervención del coordinador general de IU, Julio Anguita. Una intervención que transcurrió en un auténtico intercambio de cortesías y gestos de exquisita urbanidad entre el líder de IU y el presidente del Gobierno.
Julio Anguita y José Manía Aznar ni siquiera utilizaron un tono de discusión, por mucho que hablaran de graves discrepancias en las políticas que cada uno defiende. Se trataron -ambos- con guante blanco. "No hay que contribuir a la crispación", diría Anguita.
La primera parte de este párrafo sigue en la línea del titular que ya hemos comentado. Pero ... atentos a la última parte:
Una intervención que transcurrió en un auténtico intercambio de cortesías y gestos de exquisita urbanidad entre el líder de IU y el presidente del Gobierno.
Julio Anguita y José Manía Aznar ni siquiera utilizaron un tono de discusión, por mucho que hablaran de graves discrepancias en las políticas que cada uno defiende. Se trataron -ambos- con guante blanco. "No hay que contribuir a la crispación", diría Anguita.
¿Surrealista, no? Pareciese que el periodista deseara intervenciones insultantes y maleducadas entre el líder de IU y el presidente del Gobierno. ¿O quizá lo que quería era enfatizar aquella idea de la pinza IU-PP?
El coordinador general de IU, hizo una larguísima exposición sobre la situación del país, más parecida a un debate de investidura que a un debate de control del estado de la nación. Todo resumido en el paro y sus causas, íntimamente ligadas a los males de la construcción europea que presupone el tratado de Maastricht. Esa necesidad, dijo Anguita, de alcanzar "contra viento y marea" los criterios de Maastricht aunque sea a costa de renunciar a políticas sociales.Hasta dio ocasión a Aznar. para alardear del acuerdo entre sindicatos y patronal que se apuntó entre los logros de su Gobierno y decirle en las réplicas: "Yo, desde luego, los principios constitucionales los comparto con usted". 0 pedir al líder de IU: "Si me ve usted alguna desviación de los que es el respeto del Estado de Derecho, le rogaría que nos lo dijera".
La verdad es que el propio Anguita reconoció que tampoco' Podía pedirse demasiado a quien tan sólo llevaba un año con la responsabilidad del Gobierno. Así que en ningún momento se perdieron las formas. Cuando Aznar subió a la tribuna para responderle, llevaba dibujada en el rostro su sonrisa habitual. Contestó al dirigente de IU con un largo prólogo dedicado a reafirmar el respeto que le merecía el "señor Anguita y sus votantes". Y luego dijo aquello de "respeto su proyecto, pero no lo comparto".
Al periodista no parece gustarle que Julio Anguita hable de los problemas que la construcción de la Unión Europea produce en España. Eso no le gusta, porque parece que no tenía nada que ver con la política del Gobierno, como si la decisión de cómo entró España en la UE no fuese con la propia España. Parece como si para el periodista todo lo referente a la construcción de la UE fuesen tonterías ¿no?
Y nuevamente hace referencias al "buen entendimiento" entre Aznar y Anguita, que parecieran estar regalándose flores entre intervención e intervención.
Y para que así conste, señala en negrita Pocas acusaciones.
Acusaciones, pocas. Lo de Julio Anguita fue más el retrato de un país azotado por el paro, la precariedad y la pobreza -Ia edad media de los pobres ha bajado a los 22 años", se lamentó- y volvió a pedir que se aclarase lo de los GAL, la corrupción y los fondos reservados". Y, en este caso, culpó al Gobierno de Aznar de haber dicho una cosa en la oposición y haber hecho otra muy distinta en el Gobierno. También criticó la "revuelta de los fiscales" y aquí sí señaló al "Gobierno y a la ministra de Justicia".
Esas quejas, de hacer lo contrario de lo que habían dicho en la oposición, para el periodista parecen ser temas menores.
Anguita dijo, como advertencia previa a su discurso, que allí había ido a comparecer ante la Cámara, pero sobre todo "ante los ciudadanos y ciudadanas". Dijo que sería sencillo y claro. Lo que pasó es que, precisamente, ese afán le llevó a abrumar con datos y explicaciones sobre la situación del país y de los trabajadores, lo que, en ocasiones, cubrió su discurso con las nieblas de la, confusión. Mejor estuvo en sus réplicas, libre de la tiranía del discurso escrito.
Buscó, como es habitual en sus intervenciones, el apoyo de la Constitución -"el pacto aceptado por todos"- Y con ella por delante, lanzó una batería de preguntas a Aznar, casi todas referidas al empleo y la construcción europea.
Anguita reiteró que ese modelo de construcción no era el suyo. Y aclaró que "sería muy fácil achacar todo eso a su Gobierno y al modelo neoliberal que practica". "Eso no es lo grave", puntualizó, "porque usted hace la política que le dejan sus presupuestos. Lo grave es el grado de consenso que hay en esta Cámara sobre esa política", dijo en referencia a la intervención de González y su apoyo a la construcción europea. Anguita prefirió apoyar la postura del Gobierno francés y su defensa de una Europa impulsada por lo social por encima de lo económico.
Parece claro que al periodista no le gusta la didáctica de Anguita. Piensa que dar datos y explicar la situación del país y de los trabajadores es abrumar con confusión. Lanzó preguntas a Aznar referidas al empleo y a la construcción europea, pero por el tono de todo su artículo eso le debe parecer una cosa secundaria.
Julio Anguita acusa a la mayoría de la Cámara de apoyar una construcción europea que no permita mejorar la situación de los trabajadores o evitar el paro, pero esa acusación que podría entenderse como una pinza pp-psoe no merece ningún énfasis, se exponen los hechos sin explicaciones. (Cosa que estaría muy bien si antes no se hubiese opinado tanto).
Y acabado el artículo me surgen dos dudas:
¿qué conclusiones sacarían los lectores de ese año al leer este artículo? ¿Y los de hoy?
2 comentarios:
Me gusta tu descripcion del articulo, porque ciertamente, los periodistas influyen mucho en como se reciben las noticias y a veces el pensamiento critico se nubla con la prensa de "izquierda". De hecho me sorprende ver en primera plana que el presidente del un club de futbol dimite pero no ver hoy en una de las primeras noticias que el vicepresidente del parlamento europeo (Vidal-Quadras) dimite... Percepciones diferentes...
P.D. Enserio nadie a podido arreglar en todo este tiempo el llamar a Jose Maria como Jose Mania en un periodico "respetable"??
¡Pily, muchas gracias por pasarte por este bar que parece abierto sólo para consumo de su dueña!
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