30 de agosto de 2008

¿El deporte televisivo no es telebasura?

Tras la resaca de la Eurocopa y las Olimpiadas y la amenaza de la Liga me preguntaba qué ética cataloga los programas televisivos para desterrarlos, o no, al cajón basura.
Si consultamos Wikipedia encontramos:

Telebasura es un término coloquial que suele utilizarse para referirse a los programas o a la programación televisiva que incumple los códigos éticos del periodismo y difunde o fomenta valores considerados moralmente negativos (sobre todo en la medida que podría influir en la infancia).

Suele calificarse de telebasura a programas de debate en los que el moderador no es objetivo o no existe, los partidarios de una tendencia son mayoría o, más habitualmente, la discusión se reduce a un griterío ensordecedor en el que predomina el insulto y el argumento "ad hominem". Son frecuentes estos aspectos en programas del corazón.


Y ... a la vista de esto:
¿La competición exacerbada, la exaltación del ganador, la frustración del no ganador (¿perdedor?) ... son valores éticos positivos en la infancia?
¿Tiene un influjo positivo en la infancia que, por ejemplo, un hombre que juega al tenis todo el día sea considerado por la clase adulta un héroe y gane muchísimo dinero?
¿Los comentaristas españoles en las Olimpiadas han sido imparciales?
¿Los gritos, por ejemplo, de gol durante la retransmisión de un partido de fútbol pueden ser considerados de un griterío ensordecedor?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Difíciles preguntas... Hay una línea difícil de distinguir entre la diversión de la competición y la opinión de que el que gana es mejor que el que pierde, pero una línea al fin y al cabo.

A mí también me cabrea, en concreto, que los futbolistas ganen un pastón impresionante y sean el centro del mundo mientras dicen que se ha hecho lo que se ha podido, que unas veces se gana y otras se pierde. Normalmente me parece una muestra de que el interés por las cosas está mal dirigido, ya que el dinero lo consiguen directamente de la atención que les prestamos.

Lo malo es que esto pasa con tantas cosas... Si fabricas un refresco y tienes suerte, te forras. ¿Es que el interés por los refrescos es desproporcionado? ¿Es que tenemos un interés desproporcionado por casi todo?

Creo que sí... La realidad es que la gran mayoría de las cosas por las que nos interesamos son completamente egoístas, y el dinero de los tenistas, la Coca-Cola y la prensa del corazón sólo refleja eso.

La idea de que hay muchas cosas que merecen más atención que jugar bien a un deporte se merece un poco de cancha (nunca mejor dicho). Y ya que estamos, ¿qué pasará con la idea de que hay muchas cosas que merecen más atención que *inserte aquí lo que hace usted*?

Mar-ia dijo...

Estoy de acuerdo contigo. Pero en realidad yo hablaba sobre la telebasura y me preguntaba si el deporte televisado debería ser incluido o no. Lo que tú dices es mucho más complicado porque hablas de lo que es o no más interesante que otra cosa ...