tan rápido que el blog se queda atrás, las redes sociales van deprisa, muy deprisa.
Los días siguen teniendo 24 horas, las horas 60 minutos y los minutos ya ni parecen tener segundos.
Todo corre entre pajarillos electrónicos que te avisan de un mensaje, entre retuits de noticias que te parecen interesantes o frases que consideras que resumen nuestro instante actual, todo corre, corre ... y no te quedan segundos para reposar lo que quieres decir, lo que te apetece pensar, todo corre, todo corre, corre ...
Puedes tirar el reloj sobre la mesa, pero la mesa lo repele y te lo vuelve a colocar, tic, tac, tic, tac, tic, tac ...
Puedes querer detenerte en una idea, en un tema que quisiste profundizar y desarrollar en más de 140 caracteres o en un párrafo de una red social. Pero cuando levantes la cabeza ya no será actual, ya será como las noticias que abarrotaban los cubos de basura con los periódicos de ayer: tinta caduca.
Porque mientras piensas en algo los temas candentes se apoderan de las almohadillas que plagan las redes sociales y que deciden qué es importante. Y la corriente te arrastra y fluyes rápido, muy rápido, muy rápido ...
Puedes refugiarte en un meandro, disfrutar de un cauce tranquilo y lento de información y reflexión, pero ese reposo dura nada, porque aparecen tsunamis mediáticos a cada rato, a cada instante. Y el meandro en el que navegabas desaparece y la avalancha te absorbe y corres y corres y corres y corres ...
Todo es rápido.
2 comentarios:
Ni el verano es capaz de relajar las redes sociales. Usar más de 140 caracteres para dejar a tu pensamiento árbol perderse por las ramas.
No hay nada mejor que pedir un café y ver como el mundo corre, generalmente en círculos.
Salir del círculo y tertuliarlo lentamente es un placer que seguro no perderás y que a mi me encanta deleitar.
Gracias por pasarte por aquí y detenerte un poquito, mientras todo es rápido ...
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