Diez está tan lejos de infinito como dos ... esta frase le sirve a Juan Diego Botto como título de uno de los capítulos de este libro. Yo la elijo como cabecera de esta entrada porque resume muy bien todo lo que los invisibles de Botto visibilizan.
Es la ciencia al servicio de una ideología. Es el secuestro de las matemáticas* para obligarlas a pronunciarse en voz alta y legitimar la resignación, el conformismo, la pasividad, la insignificancia de la microeconomía ante los índices bursátiles mundiales, la pérdida de identidad individual y colectiva, la amnesia histórica, los latigazos de la Troika, el reparto desigual de la riqueza y de la pobreza, ...
Juan Diego Botto, no se deja atrapar por ese uso ilegítimo de la ciencia y con sus invisibles denuncia las bofetadas, aparentemente invisibles, de la ideología impuesta que deja marcas profundas en el 90% de la población y benefician al 10% restante.
Lo más triste de este libro es que nos cuente vidas de hace años, vidas de ahora y vidas que vendrán y en todas encontremos el nexo común del desamparo individual y colectivo ...
Lo más alegre de este libro es que nos cuente vidas de hace años, vidas de ahora y vidas que vendrán y en todas ellas encontremos el nexo común de la ilusión y del deseo de luchar contra lo que nos oprime ¡sin importar la distancia al infinito!
Recomiendo este libro a los que piensan que la memoria histórica es una idiotez o que protestar contra las injusticias no vale para nada, a los que ven "películas comerciales" porque no les gustan las "películas de autor" porque son políticas, al FMI para que deje de darnos consejos, a la Troika para que deje de jodernos y a don Mariano y su equipo para que dejen de hacer discursos imposibles.
* ¡Claro que matemáticamente es correcta la afirmación diez está tan lejos de infinito como dos! Pero eso nada dice sobre si sirve o no rebelarse contra lo que creemos injusto, ilegítimo, inmoral, falto de ética, ... pese a que muchos, como se descubre en este libro (y cada uno en su día a día), piensen que por mucho que nos rebelemos poco conseguimos, porque diez y dos distan lo mismo de infinito.
Si quieren usar a las matemáticas, que digan también que al infinito podemos llegar saltando de número natural, en número natural ...
Y aún así habrá quién nos diga que no se llegará nunca o que no lo veremos, ... bueno, entonces, habrá que hacerse alguna pregunta antes ¿realmente tenemos que llegar al infinito en este mundo finito?
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