En mitad de unos días, tras otros, de noticias que nos recuerdan lo imbéciles que somos, ayer me refugié en este titular: Los delfines se llaman entre ellos por su nombre.
Los delfines se llaman por su nombre y lo hacen para mantenerse en grupo.
Viven en alta mar, sin sistemas de referencia en los que fijarse para permanecer en grupo, así que se llaman para no perderse, para estar unidos. ¡Unidos! ¡En grupo!
¿Y nosotros? nosotros ...
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